En nuestra sección Tipos Grossos del 21 de mayo hemos homenajeado a uno de los personajes más grandes de nuestro rock nacional: el señor Emilio Del Guercio.
Emilio nació en Buenos Aires en 1950 y desde temprana edad tuvo una inclinación hacia las artes. Polifacético, estaba naturalmente dotado para la música pero también se volcaba a diversas disciplinas como el dibujo y la pintura. A los 16 años, enrolado ya en el colegio De La Salle, comenzó a despuntar el vicio de la guitarra en varias bandas -más notoriamente Los Larkings- lo cual desembocaría finalmente en una unión entre los más notorios músicos de aquel colegio que se llamaría Almendra. En ella se reunirían Emilio en el bajo, Edelmiro Molinari en la guitarra, Rodolfo García en la batería y un pibe llamado Luis Alberto Spinetta en guitarra y voz.Con Almendra Emilio grabaría dos álbumes -uno de ellos doble- ambos autotitulados. Del Guercio -al igual que sus compañeros- empezaría a mostrar inéditas habilidades para la lírica, la composición y los arreglos; lo cual abrió el terreno para una nueva etapa del rock nacional. La banda se separaría en 1971 tras un frustrado proyecto de grabar una ópera rock, pero la separación abriría el juego para nuevas y geniales bandas: Color Humano de Molinari, Pescado Rabioso de Spinetta y, de García y Emilio, Aquelarre.
Con Aquelarre Del Guercio -acompañado por el guitarrista Héctor Starc, el tecladista Hugo González Neira y el mencionado García- sería la punta de lanza del movimiento progresivo argentino, editando en cuatro años cuatro maravillosos álbumes que pasarían a la historia por su única combinación entre poesía y música, una plena demostración de sofisticación y experimentalidad en la que Emilio (como voz cantante y compositor principal) mucho tenía que ver: entre el '72 y el '75 editaron Aquelarre, Candiles, Brumas y Siesta con unánime aceptación.
Aquelarre migraría a España y regresaría en 1977 a Argentina para despedirse en un recital multitudinario en el Gran Rex. A partir de allí la carrera de Del Guercio se extendería hacia los ritmos latinoamericanos, búsqueda que acentuaría en su efímera La Eléctrica Rioplatense y luego en la reunión de Almendra en 1979. De esta reunión, además de una gira exitosísima, se desprendería un buen álbum como El Valle Interior.
A partir de allí la carrera de Del Guercio se haría esporádica, pero tendría su punto alto en su único disco en solitario, Pintada, en 1983. Producido por su ex compañero de banda Edelmiro Molinari, Pintada es el punto más alto en la exploración por los ritmos latinoamericanos de Del Guercio, tamizado por la experiencia española (y los estilos allí absorbidos) y una poesía basada en los ejes del amor y la nostalgia. De allí escuchamos "Aroma Del Lugar".
Actualmente Del Guercio se halla alejado de la música, con apariciones fugaces para eventos como la reunión de Aquelarre (1998) o la reciente edición de un box-set con toda la discografía de esta banda (2008). Desde Contra Todos Los Males De Este Mundo, entonces, esperamos que su reiterada promesa de un nuevo álbum se cristalice pronto.
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