Nuestro Disco Del Día para la edición de Contra Todos Los Males De Este Mundo del pasado jueves 12 de noviembre fue el segundo en estudio de La Renga, Despedazado Por Mil Partes, de 1996.
Se trata quizás del mejor registro discográfico del trío, que los muestra absolutamente inspirados en su rock poderoso con letras de poética callejera y -producción mediante- les permite además sonar más enfocados que nunca, vibrantes y duros pero también con mucha sutileza. Esta posibilidad la da el hecho de que, pese a ser firmados por una multinacional, no resignaron totalmente el control artístico y que la parte del control que sí resignaron fue para poner como productor al guitarrista de Divididos Ricardo Mollo, quien entendió perfectamente el espíritu de la banda y lo que deseaban para este álbum. Por eso, el disco suena enfocadísimo, con guitarras filosas y colmadas de poder y baterías arrolladoras, además de darle a la voz de Gustavo Chizzo Nápoli un papel preponderante como nunca antes en la discografía del grupo, que lo encontraba escondido en la pared sónica de La Renga. Probablemente por eso Despedazado Por Mil Partes sea un álbum tan antémico, lleno de canciones que penetraron el imaginario cultural argentino definitivamente y se convirtieron en gigantescos clásicos.
Ahí está "A La Carga Mi Rocanrol", una exhibición de denodado y estridente poder que escuchamos en nuestro #22, ahí está "Cuándo Vendrán" (que también escuchamos) con su soberbia poética y aún más interesante instrumentación, potente sin llegar a la estridencia. Ahí también están otros estupendos ejemplos de variedad como "Psilocybe Mexicana" (que cerró el pasado programa) para mostrarnos que, además, la paleta de colores de La Renga iba mucho más allá que sólo al hard rock. Los muchachos tenían muchísimo que mostrar y Despedazado Por Mil Partes fue su gran manifiesto.
Por eso lo elegimos como nuestro Disco Del Día. Porque nos recuerda a un tiempo donde todos tenían algo que decir.
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