El Disco Del Día del programa #10 de Contra Todos Los Males De Este Mundo de ayer, jueves 20 de agosto, fue nada más y nada menos que el cuarto y más genial volumen de Led Zeppelin titulado, simplemente, Led Zeppelin IV.
O al menos eso es lo que la historia le legó por nombre a este tremendo disco. Porque en realidad lo único que decoraba el álbum, además de la preciosa fotografía frontal (y la no menos bella ilustración central) era una serie de símbolos que -además de ser diseñados uno por cada Zeppelin- trajeron mucha extrañeza a todos los involucrados. En efecto, la gente de Atlantic, el sello que agrupaba a los de Page y Plant, creía que editar un disco con tantos detalles "misteriosos" iba a ser un suicidio comercial. Recordemos que la banda venía del irregular Led Zeppelin III, volumen que contrastado con su inmediato predecesor había resultado un fiasco tanto en ventas como en críticas (si bien luego -como todos los discos del cuarteto- se convertiría en un perenne clásico). Precisamente por ello, Atlantic consideraba que el grupo no podía tolerar otro fracaso.
Afortunadamente, la gente de Atlantic estaba más que equivocada. Porque el álbum, a caballo de su primer single "Black Dog" -con la no menos importante cara B de "Misty Mountain Hop", canción que abrió el análisis de nuestro programa- fue un estallido absoluto de la figura de Led Zeppelin y los catapultó directamente al parnaso del rock & roll.
Led Zeppelin IV, un disco prácticamente concebido en primeras, eléctricas y descarnadas tomas y de canciones escritas pocos minutos atrás, era la perfecta exhibición de todo el abanico del grupo: había desde canciones demoledoras como "Rock And Roll" (que pasamos en el #10) hasta suites de delicada instrumentación como "The Battle Of Evermore" (que cerró nuestro programa) y su más conocida canción, "Stairway To Heaven" pasando por baladas como "Going To California". En fin, un disco absolutamente brillante.
Todas las canciones de Led Zeppelin IV -más allá de sus más destacados momentos- se convirtieron automáticamente en clásicos. Por eso es que buscamos rescatarlo como nuestro Disco Del Día. Porque probablemente haya muy pocos discos que se lo merezcan tanto.
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