El jueves 4 de junio abrimos nuestra Bóveda para develar un secreto demasiado bien guardado en las arcas del rock nacional: el primer álbum del cuarteto Polifemo, autotitulado editado en 1975.
Polifemo es en realidad una nueva unión entre viejos conocidos: en efecto, el cantante y guitarrista David Lebón, el bajista Rinaldo Rafanelli y el baterista Juan Rodríguez eran (además de ex integrantes de grandes bandas de la primera era del rock nacional como Color Humano, Pappo's Blues y Pescado Rabioso) nada menos que la banda soporte de Sui Generis en su última y más progresiva época (la de Pequeñas Anécdotas Sobre Las Instituciones, sí). Allí habían trabado una amistad que se profundizaría tras que Rino y Rodríguez actuaran como banda soporte de Lebón (que curiosamente no tenía quien lo hiciera con él) en una presentación de 1974 en el cine Ritz donde tocaron temas del primer e histórico disco de David además de algunas zapadas.
Fue después de esta presentación que supieron que tenían que armar algo. Y lo armaron: Polifemo se propuso como una banda de hard rock y, con esa propuesta, ya para 1974 tenían un exitosísimo single llamado "Suéltate Rock & Roll" y entraron a grabar un álbum sólo un año después. La creatividad ebullía y se notaba, ya que Polifemo no era sólo un grupo de rock: en efecto, aquella característica que les había valido ser denostados por la escena de aquel momento (más afecta al rock progresivo) escondía una saludable tendencia de los muchachos como era hacer una música que se basaba principalmente en la mutua confianza, en el entendimiento entre los músicos.
Así surge Polifemo, el álbum, disco muy relajado y feliz; sensación que puede palparse en canciones como "Vamos Al Campo" (con la que cerramos nuestro informe del #4) o su temprano éxito "Qué Hago Yo Aquí" -una canción que también sonó en Contra Todos Los Males...- basado, justamente, en las interminables giras que los músicos afrontaban con el dúo de García y Mestre. Mucho tiene que ver en el sonido final del disco la entrada de otro histórico del rock nacional, el tecladista Ciro Fogliatta, quien aporta desde el piano y el Hammond un aire renovador a las ya interesantes composiciones de Lebón y Rafanelli.
Esta sensación se afirma al escuchar exitosos intentos experimentales como las extensas "Doce Caras" (que sonó en nuestro programa), "Tu Forma Real" o "Dueña Del Confort" (dedicada por Rino a Liliana Lagardé, la entonces mujer de Lebón) que complementaban perfectamente al divertido rock n' roll de Polifemo dándole más profundidad y haciendo aún más infundadas las críticas del sector letrado del rock, más preocupado por defender su lugar mediante prejuicios que por escuchar realmente la música, ya que -si hubiesen escuchado- sabrían que Polifemo es una de las bandas más sólidas de la historia del rock nacional, con una comunión entre músicos única.
Lamentablemente esta presión, trasladada también a los medios de comunicación, desgastó a la banda haciendo que para cuando se editó Polifemo II (1977) se tratara de un esfuerzo individual de Rafanelli sin interés de los demás miembros. También su primer álbum fue olvidado, pese a que sus presentaciones entre el '74 y el '76 se contaban entre las más exitosas del rock nacional.
Afortunadamente aquí en Contra Todos Los Males De Este Mundo ejercimos un merecido rescate para un álbum que jamás debió haber pasado al olvido.
Fue después de esta presentación que supieron que tenían que armar algo. Y lo armaron: Polifemo se propuso como una banda de hard rock y, con esa propuesta, ya para 1974 tenían un exitosísimo single llamado "Suéltate Rock & Roll" y entraron a grabar un álbum sólo un año después. La creatividad ebullía y se notaba, ya que Polifemo no era sólo un grupo de rock: en efecto, aquella característica que les había valido ser denostados por la escena de aquel momento (más afecta al rock progresivo) escondía una saludable tendencia de los muchachos como era hacer una música que se basaba principalmente en la mutua confianza, en el entendimiento entre los músicos.
Así surge Polifemo, el álbum, disco muy relajado y feliz; sensación que puede palparse en canciones como "Vamos Al Campo" (con la que cerramos nuestro informe del #4) o su temprano éxito "Qué Hago Yo Aquí" -una canción que también sonó en Contra Todos Los Males...- basado, justamente, en las interminables giras que los músicos afrontaban con el dúo de García y Mestre. Mucho tiene que ver en el sonido final del disco la entrada de otro histórico del rock nacional, el tecladista Ciro Fogliatta, quien aporta desde el piano y el Hammond un aire renovador a las ya interesantes composiciones de Lebón y Rafanelli.
Esta sensación se afirma al escuchar exitosos intentos experimentales como las extensas "Doce Caras" (que sonó en nuestro programa), "Tu Forma Real" o "Dueña Del Confort" (dedicada por Rino a Liliana Lagardé, la entonces mujer de Lebón) que complementaban perfectamente al divertido rock n' roll de Polifemo dándole más profundidad y haciendo aún más infundadas las críticas del sector letrado del rock, más preocupado por defender su lugar mediante prejuicios que por escuchar realmente la música, ya que -si hubiesen escuchado- sabrían que Polifemo es una de las bandas más sólidas de la historia del rock nacional, con una comunión entre músicos única.
Lamentablemente esta presión, trasladada también a los medios de comunicación, desgastó a la banda haciendo que para cuando se editó Polifemo II (1977) se tratara de un esfuerzo individual de Rafanelli sin interés de los demás miembros. También su primer álbum fue olvidado, pese a que sus presentaciones entre el '74 y el '76 se contaban entre las más exitosas del rock nacional.
Afortunadamente aquí en Contra Todos Los Males De Este Mundo ejercimos un merecido rescate para un álbum que jamás debió haber pasado al olvido.
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