La Bóveda de Contra Todos Los Males De Este Mundo se abrió por segunda vez el jueves 28 de mayo para revelar uno de los secretos mejor guardados del genial y prolífico Litto Nebbia: su álbum de 1973 Muerte En La Catedral.
Nebbia había abandonado a Los Gatos en 1971, harto de las peleas con su entonces compañero de banda Pappo Napolitano y deseoso de continuar sus exploraciones musicales en solitario. Desde entonces había grabado varios álbumes variopintos, distintos en esencia pero igualmente interesantes: Nebbia's Band, de 1971, era un disco con arreglos ambiciosos y originales, mientras que Huinca, de 1972, sería el único manifiesto de una agrupación sumamente rockera (algo de ellos escuchamos en el #1) y Despertemos En América (también del '72) un mestizaje entre folklore y rock que lo mostraba cercano a Domingo Cura. Todos estos ensayos eran parte de una dedicada estrategia de Nebbia que consistía en juntarse con gente de extractos diferentes al rock para así aprender y enseñar esta nueva música joven en pos de conseguir un reconocimiento para el creciente estilo.En este sentido es que Nebbia convoca a Néstor Astarita y Jorge González, veteranos músicos de jazz, y con ellos crearía el Litto Nebbia Trío que tendría como primer registro discográfico este Muerte En La Catedral. Para este álbum, lanzado por RCA, Nebbia además convoca a un seleccionado de amigos entre los que figuran Roque Narvaja, Bernardo Baraj, Gustavo Moretto y Rodolfo Alchourrón, lo que le da al disco una sensación de auténtica fusión cimentada en las variadas composiciones que lo componen.
Así, se suceden canciones como la folklórica "Vals De Mi Hogar" junto a la rockera "El Revólver Es Un Hombre Legal" con Narvaja en un furibundo solo de guitarra (ambas fueron escuchadas en nuestro #3), o el pop de "Mendigo De La Luna" junto a las fuertemente orquestadas "El Otro Cambio, Los Que Se Fueron" (que cerró nuestro informe del 28 de mayo) y "La Operación Es Simple", además de la casi conceptual y extensa "Muerte En La Catedral" que le da título al álbum. Todos ejemplos de la variedad de estilos e influencias que la carrera de Nebbia recorría (y recorrería en años futuros) sintetizada en un disco lleno de geniales y sentidas canciones.
En resumen, un álbum fundamental del rock nacional que, afortunadamente, hemos rescatado del olvido abriendo nuestra Bóveda. Esperemos que ahora sí, nadie se olvide de Nebbia y su Muerte En La Catedral.
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