En nuestro programa del pasado jueves 27 de agosto hemos desenterrado de La Bóveda el primer álbum en solitario de el violinista del rock argentino, Jorge Pinchevsky, Su Violín Mágico Y La Pesada, editado en 1973.
La historia de Su Violín Mágico Y La Pesada es, en definitiva, una muy común en la troupe que capitaneaba allá por principios y mediados de los años '70 el italiano Giuliano Canterini, también conocido como Billy Bond. Porque además de los geniales álbumes que este colectivo trashumante editó en conjunto, gran parte de la banda solía dominar la escena del rock de aquellos días como sesionistas en los álbumes más importantes (los que, además, Bond solía operar desde su posición preferida, detrás de la consola) y, además, curtían una sana costumbre: estos mismos músicos que actuaban como sesionistas grababan álbumes en solitario como cabezas de La Pesada y con los miembros del grupo como banda soporte.La historia se repitió en el 1973 que vio nacer al álbum grabado por Pin, Kubero Díaz, Claudio Gabis, Alejandro Medina e Isa Portugheis con otros intérpretes en la voz cantante: precisamente Díaz y Medina repetirían la experiencia de Claudio Gabis un año antes y grabarían álbumes solistas con La Pesada como grupo soporte. Esta especie de cooperativa que era el por entonces exitoso colectivo le permitía a sus miembros ganarse el mango con discos propios, que ayudaban a sus ingresos en SADAIC. Algo de eso debió haber habido en el nacimiento de Su Violín Mágico Y La Pesada, seguramente.
Porque se trata de un álbum peculiar, de espíritu improvisado e impronta netamente experimental: así lo testimonia la canción que emitimos en nuestro #11, "No Nos Alcanzarán Las Mariposas", donde Pinchevsky recuerda que lo obligaron a cantar; y otras que escuchamos como "La Maravillosa Marta Y La Fuerza De Las Cosas" y que no como "Rock Full Track Con Semidesarrollo", verdaderas zapadas que sólo porque fueron grabadas en elepé podrían considerarse como canciones. Por lo mismo es que temas como "Juan Manuelito Rock", en la autoría y la voz de Medina, pueden escucharse en este disco: porque se trata de netas colaboraciones en un álbum con ese espíritu inconfundible.
Precisamente por eso, por ser una verdadera rareza, es que Su Violín Mágico Y La Pesada se hundió en el olvido de La Bóveda. Y de allí, raudos, lo rescatamos como se merece.
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