4.7.09

#08 - 04.07.09: el Disco Del Día

El Disco Del Día del pasado jueves 2 de junio fue el tercer y más ambicioso disco de The Smashing Pumpkins, el doble Mellon Collie And The Infinite Sadness de 1995.

El origen de este ambicioso proyecto de un álbum doble puede encontrarse en las circunstancias que gobernaron la grabación del anterior disco de estudio de los de Billy Corgan, Siamese Dream (1993). Con Butch Vig detrás de las consolas y un acercamiento mucho más tradicional al rock -cercano al grunge y alejado de la experimentación- el proceso de registrar este disco sufría de un problema fundamental: los llamados tiempos muertos entre grabaciones, producto de los largos lapsos de arreglo y sobregrabación que dos obsesivos como Vig y Corgan imponían. La idea, entonces, fue suprimir todos esos problemas cambiando la modalidad de trabajo; y podría decirse -a juzgar por el resultado final- que lo lograron con creces.

La primera medida fue prescindir de Vig en favor de los ingleses Alan Moulder y Mark Flood Ellis. Estos productores aportaron un enfoque fresco a la banda al sugerir dos cosas: primero, trabajo simultáneo en dos estudios y luego, tiempo de improvisación entre grabaciones. De allí, diría Corgan tiempo después, surgirían algunas gemas que integraron Mellon Collie... como "Stumbleine" -que escuchamos en nuestro #8- o el exitoso single "Zero".

La segunda fue permitirse todo lo que hasta entonces no se habían animado a hacer, y es por eso que los otros miembros del grupo como la bajista D'Arcy Wretzky y el guitarrista James Iha colaboran en la composición como nunca antes (Iha, incluso, canta "Take Me Down" en el final del primer disco, Dawn To Dusk) y además hay una preeminencia de ambiciosos arreglos: las varias secciones de "Porcelina Of The Vast Oceans", las sobregrabaciones (cerca de 70) de guitarra de "Thru The Eyes Of Ruby" y los arreglos de cuerdas de la que quizás es la canción más popular del disco, "Tonight, Tonight" (que escuchamos en nuestro programa) son sobrados ejemplos de esto.

Por supuesto que como todo gran disco de la historia del rock, Mellon Collie And The Infinite Sadness tiene sus momentos de distorsión, y qué momentos: "Here Is No Why" (que abrió nuestro análisis), "Bullet With Butterfly Wings" o "Fuck You (And Ode To No One)" complementan perfectamente la ambición experimental de los Pumpkins y resultan perfectos conectores para el concepto global del álbum, además de botones de muestra de la calidad compositiva de la banda para ir en diversas direcciones.

Mellon Collie And The Infinite Sadness fue en su momento y es hoy uno de los símbolos de la Generación X, un álbum que le habló a la juventud de los '90 como pocos otros lo han hecho. Por eso es que merece un lugar en el Olimpo del rock, y claro está, como Disco Del Día en Contra Todos Los Males De Este Mundo.

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