18.5.09

# 01 - 14.05.09: La Bóveda

Para abrir por primera vez La Bóveda quienes hacemos Contra Todos Los Males De Este Mundo elegimos uno de los secretos mejor guardados del hard rock argentino de los '70, tan pródigo él en interesantes intérpretes (La Pesada de Billy Bond, los Blues de Pappo, Vox Dei, Polifemo) como lleno de alternativas poco populares pero igual de efectivas a la hora de impactar con la fuerza de las guitarras y los ritmos cabalgantes.

Es el caso del ignoradísimo primer y único álbum de la también efímera agrupación Piel De Pueblo, Rock De Las Heridas. Como bien dijimos en nuestro programa del 14 de mayo, el germen de este virulento cuarteto aparecía ya en nuestro rock a finales de los '60s del beat merced a sus dos mayores talentos: el cantante Alberto Ramón García, mejor conocido como Pajarito Zaguri (ex Beatniks y Náufragos) y el guitarrista Ignacio Smilari, quienes despuntaban el vicio en la genial Barra De Chocolate.

Ellos son los que se separan tras editar un poco exitoso primer disco con La Barra y arman -junto al bajista Willy Pedemonte y el baterista Carlos Calabró- Piel De Pueblo. La banda se propone como un grupo combativo ya desde el nombre -y más notoriamente en el arte y el título del disco y sus canciones- con un asidero instrumental en la clara vena del hard rock que se practicaba en esos días en nuestro país, encabezado por la banda que reunía el productor Billy Bond bajo el nombre de La Pesada.

Sin embargo, lejos de ser monotemático, el álbum es interesantísimo. Más allá de los arquetípicos rocks como la guitarrera "Silencio Para Un Pueblo Dormido" o "Jugando A Las Palabras" (ambas canciones que decoraron nuestro segmento) que demuestran las enormes aptitudes de Smilari se cuentan experimentaciones como la larga suite "La Tierra En 998 Pedazos", la improvisación grabada de "Vení Amigo A La Zapada" y la inclusión de instrumentos como el violín eléctrico en "Por Tener Un Poco Más", el tema con que cerramos nuestra revisión de este gran álbum.

Cosas como éstas, amigos, son las que justifican que abramos nuestra bóveda a los descubrimientos.

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